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Anonymous
Cuando entré a la oficina de la Sra. Crost no tenía esperanza. Fui a dos abogados diferentes que me dijeron que había terminado el juego...no hay nada que podamos hacer. Me postulé a través de mi esposo, que es ciudadano estadounidense, pero él se metió en problemas y no pudimos asistir a la segunda entrevista para I485 (después de estar pendiente durante más de 5 años desde el primero)... Me negaron y me arrojaron en procedimientos de deportación...Fue entonces cuando recogió mis piezas y las armó. Lo que la diferencia de cualquier otro abogado es que no sólo ella es excelente en su campo de inmigración sino que ella realmente se preocupa por ti...el cliente. Me sentí cómodo desde el primer momento en que la vi. Hoy, después de 10 años de agonía y 2 años desde que conocí a la Sra. Crost, tengo mi tarjeta verde en las manos. Todavía no puedo creerlo y siempre estaré agradecida a la Sra. Crost y a su equipo por hacer realidad mis sueños. Gracias.
